martes, 15 de julio de 2014

25 años


25 años
25 años es mucho tiempo.
Y un instante.
Puedo sentir ahora el primer calorcito de su piel sobre la mía. Pude oler recién aquel olor pequeño de su minúsculo pelito; y oír aquí los flamantes berridos, dulces e indignados.
Sin embargo, disfruto a diario de su madurez y sus talentos.
Disfruto siempre de la seriedad de su palabra.
Inauguro saberes de su sabiduría cotidiana amasada en este cuarto de siglo compartido.
He aprendido, desde aquel 12 de julio, más, mucho más, de lo que he enseñado.
No hay amor que se le compare ni mirada más profunda que la suya.
Cumple años. Y me enarbola en madre nuevamente.
Gracias, hijo.
(12-7-2014)

No hay comentarios: