lunes, 28 de octubre de 2013

DE TRIUNFOS DERROTAS Y TRAGEDIAS

DE TRIUNFOS DERROTAS Y TRAGEDIAS
Catarsis desordenada desde el centro de la pasión.



Que ayer el Frente para la Victoria, con todo el inmundo aparato mediático y los grandes padrinos mafiosos de la política en contra, haya quedado con la mayoría en las dos Cámaras no sólo no me parece una derrota... me resulta una hazaña. Podemos hablar de deseos, de ilusiones, de perspectivas, de proyecciones, de necesidades, de mediciones, de fuerzas... pero después de los durísimos embates de los últimos meses, a mí (dirán que estoy loca) no me resulta una derrota el resultado eleccionario de las Legislativas. Me entristecen, obvio, algunas cosas. Pero para mí, el FpV no salió derrotado.
La que sí salió derrotada, definitiva y humillantemente derrotada, es la sociedad argentina en su conjunto. Todxs y cada unx de nosotrxs ha sido derrtadx con la entrada al Congreso de gente como De Angelis, Del Sel y Olmedo... O haber devuelto a la escena política a Lilita y a Pino. Eso sí es una derrota. Esa es una derrota que nos costará carísimo y en la que todxs y cada unx de los argentinxs estamos involucradxs. Y yo responsabilizo a los necios. A vos, a vos a vos a vos y a vos. Sí, también a vos.
Siempre me ha molestado esa frasesita que reza "cada pueblo tiene el gobierno que se merece". Me resulta reaccionaria. Me resulta sentenciosa... Sin embargo desde ayer se me viene a la cabeza con un sentimiento que no me gusta pero que me atraviesa... Si después de 30 años de Democracia, y de habernos levantado de las más absolutas ruinas, que como sociedad le permitamos a tres energúmenos de semejante calibre (para empezar a hablar) entren a participar de los destinos de nuestra Patria, es porque algo malo nos mereceremos... Que devolvamos al Congreso a una desquiciada dañina y a un mentiroso estafador...  Es porque más que una sociedad nos hemos erigido en una suciedad incapaz de limpiarse... Y lo cierto es que en los votos que estos tipos ejerzan durante su gestión, vamos todos involucrados... Vamos todos sentenciados.
Esa es la verdadera derrota. Una derrota que vos has favorecido aunque no los hayas votado a ellos. Sí, vos. Vos que hace 30, 25, 20 años luchabas en mi misma vereda pidiendo Justicia para los genocidas y hoy te quejás y te quejás. Vos, que caminaste conmigo kilómetros de Plaza reclamando derechos que hoy tenés, pero te seguís quejando. Vos que compartías mi hambre a finales de la década del ´90 y hoy vas dos y tres veces a la peluquería y ahorrás para irte de vacaciones y te vas de vacaciones y te seguis quejando. Vos que comías día por medio y hoy te pagás clases individuales de música, y te seguís quejando. Vos que criticás y abominás absolutamente todo desde la minúscula altura de tu reino con rueditas y teclado y pantalla incorporados pero no proponés una alternativa, absolutamente nada, ni siquiera una idea, mientras te sentís el Ché Guevara desde tu mediocre militancia feisbukiana. Vos que vivís de la jubilación ahora digna de tu vieja pero te permitís hablar pelotudeces sobre el 82% móvil. Vos que criticás la Tarjeta SUBE pero jamás pagaste un pasaje en colectivo con monedas y al doble de precio porque justamente disfrutás los beneficios de la SUBE. Vos que gritás a los cuatro vientos que nadie te regaló nada pero seguís pagando la luz, el gas, la telefonía y el agua con subsidios del Estado. Vos que ahora mandás a tu hijo a la Universidad pública recientemente inaugurada pero considerás que es sólo por tu esfuerzo. Vos que te quedaste en la calle y te fuiste reconstruyendo y creés que fue sólo por obra de tu gracia... ¿qué te pasó en aquellos años? ¿te habías convertido en un vago? ¿no te pusiste a pensar que es la reactivación de aquel país hecho trizas lo que te ha ayudado a volver al circuito laboral?
Vos que despotricás  por el “cepo al dólar” y no viste un dólar en tu vida. Vos que jurás que “ya la guita no te alcanza” pero te vas cada enero a veranear a Grecia o a Marruecos o a Indonesia o a Turquía, al grito de "antes era distinto". ¿Antes cuándo? ¿Cuando vos también te ibas y despilfarrabas dólares mientras muchos nos quedábamos y canjeábamos un placard como parte de pago de un alquiler? ¿Sabés quién te sostuvo aquellos años? El hambre de muchos, entre los que yo me contaba...
Vos que seguís creyendo en una hiper mega perimida revolución bolchevique mientras negás una revolución real que sucede ante tus ojos. Vos que de tanto mirar alturas revolucionarias te perdés de sumarte a esta revolución posible.
A todos ustedes, a vos a vos a vos a vos y a vos,  responsabilizo de esta verdadera derrota de la sociedad argentina. La de permitir que la derecha avance y nos ponga en riesgo. En riesgo de que esta derrota se convierta en tragedia. En una de esas tragedias que ya conocemos que ya padecimos y que siempre acecha.
Sí, sí, ya sé que faltan muchas cosas. Muchísimas. Y que algunas cosas no están buenas. Y que hay algunas injusticias que no se han solucionado. Lo sé. Y si no le damos tiempo no lo vamos a lograr. Si no ponemos el hombro, no lo vamos a lograr. Si no apoyamos lo hecho, no lo vamos a lograr.
Yo me enorgullezco, ME ENORGULLEZCO, de apoyar a este Modelo de Gobierno que me ha devuelto la dignidad del laburo, que me permite ver a los genocidas presos, que respeta a nuestras Madres y Abuelas, que construye escuelas y universidades, que facilita la posibilidad de tener una vivienda propia, que ayuda a los que menos tienen. ME ENORGULLEZCO de haber votado al Frente para la Victoria. ¿Vos podés decir lo mismo? ¿Podés hablar de orgullo? ¿No sentís que hayas votado a quien hayas votado, has permitido que la derecha avance y nos ponga en riesgo? Porque son tiempos de afianzar lo conseguido, no de coquetear con ideales inalcanzables que ni bien bajan a la tierra se corrompen con la misma corrupción que ves por todas partes... Ya quisiera ver a tus candidatos impolutos de la izquierda gobernando una sociedad de fomento... Ya los he visto... Los he visto gritar a voz en cuello: “ahora el poder lo tenemos nosotros y ellos tienen que obedecernos”, mientras guardaban el librito de trotsky en el último rincón del cajón más oscuro de un burocrático escritorio.
Yo te vi. Te veo. Y te veré. Te veré... y te recordaré este momento.
Plagiando a Galeano, siempre digo que yo no confundo este momento con un paraíso. Pero bien sé que estamos lejos, muy lejos, del infierno que hemos sufrido. Y al que arriesgamos volver con gente como De Angelis, Del Sel, Olmedo, Lilita, Pino y también Massa, obvio, en el Congreso. Esa es la verdadera derrota. Y esperemos que con el tiempo no se nos convierta en tragedia. 

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