viernes, 7 de junio de 2013

6 de junio

"Escribo como si fuese a salvar la vida de alguien. 
Probablemente mi propia vida". 
CLARICE LISPECTOR 

6 de junio, el primero que no pasamos juntas...

“La Anunciación”, novela de María Negroni, fue el último regalo que le hice a Delia.
En cuanto empecé a leerlo supe que iba a regalárselo y deseaba hondamente que no lo tuviera. Supe que era un libro que ella amaría.
Unos días después de aquel regalo (el 24 de junio), ella me escribió: “Antes de seguir, quiero escribirte Ste, porque vengo a las corridas, escribo, y me va quedando esto: 1) hermoso el libro que me regalaste, estoy enamorada de La Anunciación (no me lo dedicaste, te olvidaste); 2) ... ”
No... no se lo dediqué. Primero, porque no sabía si ella lo tenía, y luego porque había tiempo...
“La Anunciación” es un relato sobre la memoria. Ese desordenado y necesario utensilio que nos permite edificar el pasado. Y como en la memoria, los hechos allí se presentan fragmentados, convocando y evadiendo melancolías.
“La Anunciación” es un libro que indefectiblemente me lleva a Delia. La identifico con su protagonista... La veo allí, en esa ficción que ensaya versiones de un pasado que nos envuelve, que nos involucra y que a ella la atravesaba.
“La Anunciación” me ayuda en muchas noches de insomnio a construir el fantasma de su ausencia y con él reconstruyo en tiempo de memoria el pretérito de mi tiempo. De nuestro tiempo juntas, que es mi vida toda.
Hoy hace exactamente un año que le regalé “La Anunciación”. Mi último regalo en su último cumpleaños. Fue una noche hermosa, mansa, íntima... con locro, niños, risas, charla, mate y abrazos... donde nada, absolutamente nada, anunciaba el horror y lo incomprensible del futuro cercano.
"La Anunciación" era sólo una novela conmovedora y onírica...

 La extraño tanto...

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